La sepultura

Todos los mortales, sin importar sus acciones en vida, iban luego de la muerte al Inframundo reinado por Hades. Para llegar, el alma era cruzada por el río Aqueronte por un barquero llamado Caronte, a éste se le debía pagar el viaje (de ahí las monedas en los ojos o en la boca del cadáver). Los rituales de sepultura son necesarios para que el alma pase al Inframundo y no quede vagando en la tierra. En épocas de guerra se cremaban los cuerpos vencidos en combate para que el enemigo no se apropie de ellos. Esta concepción del más allá es importante porque explica dos cosas importantes: el deseo de enterrar a los muertos recuperando sus cuerpos, y el deseo de trascender en vida ya que en el más allá serán todos iguales.